Que tiemble la tierra al escuchar tus plegarias
Que los mares expulsen su irónica rabia
Que la naturaleza resista a las manos del hombre
Que tus ojos se abran para iluminar de vida este infierno.
Eres demasiado dulce para venir a este mundo
Las plagas no han desaparecido por completo
La impotencia del hombre ha creado temores
Los pocos que luchan están condenados a muerte.
Tus manos se acostumbraran a labrar sin descanso
Tus pies recorrerán lugares diferentes hacia el mismo rumbo
Tú mente eliminará las barreras de alma
Quizá ésta vez el mundo juegue a tu favor.
martes, 16 de diciembre de 2008
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