lunes, 8 de diciembre de 2008

Vieja Ciudad

Volveré. Sí, volveré a esta ciudad
Aunque hoy me fugue como un preso
Con la misma alegría de viajar a la libertad
Identificar el cambio de los años
Buscar rostros familiares
Creer en la amistad el amor y los sueños
Reconstruir la vida sobre peldaños
Al ritmo que la razón y el corazón me lo permita.

Degustaré un café al compás de las manecillas del reloj
Viendo como la lluvia intimida siluetas.
Y osados queriendo ser valientes
Desafían las bondades de la naturaleza.
Salgo del café, tomo la sombrilla
No tengo que temer,
Nadie me busca
Nadie me espera
No tengo prisa.

Mi preocupación es encontrar la salida
Tantos años recorriendo las mismas calles
Viendo los mismos personajes
Hoy no reconozco a ninguno,
Sí, los dejé en mi guarida, junto a los recuerdos,
Dolencias, rencores, alegrías, sufrimientos, penas,
Sueños, amarguras y juramentos
Están acompañados de mi Hitler,
Quien me escudó en mis aventuras heroicas
De conquistar el mundo sin violencia.
De buscar la libertad en la libertad.
De soñar la realidad emancipada
De morir felizmente cada segundo de mi vida.

Ahora siento que no tengo nada aquí
Es necesario buscarla en otra ciudad
Que sea más cálida, alegre, eufórica
Que ofrezca cual necesidad se me ocurra
Que se convierta en mi mejor aliada.
Que me permita tímidamente
Tener fugaces recuerdos de la vieja ciudad
Aquella que me vio nacer, crecer, correr, saltar, cantar
Jugar, soñar, volar, construir sueños, ilusiones, juramentos.
La misma que me vio temblar de miedo
Evadir el peligro por las angostas calles
Tenerle pavor al tráfico
Eludir sectores marginales
Desconfiar de las siluetas.
Sí, aquella que me encarceló
La misma que me llevó por la incertidumbre
Dando fuerza a mi incapacidad
De alejarme lentamente de la alegría de vivir.

Me deslumbran las nuevas calles
Ésta ciudad es encantadora
La gente no está pendiente de mí y eso me gusta
Camina a pasos agigantados
Dejando extraños olores.
Los puedo asociarlos a la muerte,
Es sólo impresión
Quizá no conciba su frescura.
Las casas tienen las puertas abiertas
No existen carros ni grande avenidas
No veo policías ni malandro
Hace calor sofocante
Camino sin ningún horizonte
Comienzo a sentir miedo
Quiero regresar
No logro cambiar de rumbo
La gente camina en un mismo sentido
Llevan vidas rutinarias, esquemáticas y frívolas.
Tengo hambre pero no veo donde pueda conseguir alimento
Debe ser que la gente en esta ciudad no come
El sol irradia con más fuerza
Me encandelilla y carboniza mi piel
Vuelvo a sentir miedo
Debo escapar, ahora sí tengo prisa
He caminado por horas
Me siento fatigado
La noche no parece venir
Tengo malos presentimientos
Debo huir rápidamente.
Me detengo para ver si logro ubicarme
Todo es completamente igual.

Hacia donde sigo
La gente me esquiva por inercia
Siguen su trayectoria
Cada vez tengo menos fuerza
Intento correr pero no lo logro
Siento los pies atados al cemento
Deseo gritar pero se pierde en el vacío
Nadie me logra escuchar.
Pido ayuda y no encuentro respuesta
Debo llenarme de valor
Emprender el viaje de regreso
Atando aquí todos mis temores
No fui capaz de dejarlos en mi vieja ciudad
Los traje en el baúl de los recuerdos
Éste fue el sentido de mi viaje
No es la ciudad que buscaba
No llueve
No hay comida
No hay café
Sólo veo murallas, calles y siluetas
Regreso con el alma limpia
A la ciudad que me vio crecer
Ahí tengo todo
No es necesario buscar más ciudades
Eso me indica el corazón y la razón.

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