Resisto a la política de indolentes
Al fundamentalismo de religiones fracasadas
Al terror que producen los indoctos
Al uso adictivo de las fábricas de placer
Resisto a vivir atado a un mundo en el que no me hallo
A temerle a la felicidad más que a la muerte.
A enfrentar la realidad con las llagas abiertas
A despojarme de las máscaras de los vencidos.
Resisto a idolatrar héroes pusilánimes
A librar batallas en campos vacíos
a ver pasar impune los ciclos de la vida.
A irrumpir frágilmente en otras libertades.
Quizá mañana tenga que resistir a resistir
Aceptaré sin objetar la vida que me atañe
Disfrutaré recorrer ciudades vacías
Daré valor a esta vida después de la muerte.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario